Cualidades de un árbitro Moderno

No deja de ser cierto que el baloncesto ha evolucionado rápidamente en los últimos años. Este ha incrementado en rapidez y dinámica, apuntando a un "show" electrizante. Los espectadores pretenden ver un juego donde exista juego aéreo y jugadas colosales y si a esto se le suma un marcador estrecho, se convierte en un juego perfecto. 

Los árbitros han tenido que evolucionar también, y quizás este ha sido un proceso más lento de lo esperado. Una de las debilidades del baloncesto es la poca fluidez, ya que se detiene el juego constantemente y esto provoca aburrimiento y los equipos en algunas ocasiones se ofuscan. Es por ello, que los árbitros deben ser capaces de tener una clara lectura del juego e intervenir cuando sea necesario. Pitar cualquier contacto como falta no es una solución para obtener el control del juego.

El sentido común es una cualidad que se busca en los árbitros. Generalmente la mejor solución es la más fácil. Cada árbitro debe ser capaz de solucionar de la mejor forma, todas aquellas situaciones imprevistas en reglas. Para poder desarrollar esta cualidad, es importante revisar sus propios juegos y testear si sus decisiones fueron las correctas, dejando a un lado la justificación compensatoria, propio de cada árbitro.

Es importe que los espectadores vean a un árbitro cómodo y seguro en los juegos y no nervioso o enojado. Es frecuente que en las emisiones televisivas pinchen a los árbitros, cuando marcan, corren o cuando existen conversaciones con jugadores. Por lo tanto nos debemos preocupar principalmente de los gestos faciales y corporales que realicemos. Sonreír en ocasiones es un acertado gesto.

Nuestra apariencia física debe ser impecable. Para ello, debe existir una preparación contante, una preocupación de todos los detalles que conlleva nuestro aspecto. Siempre procurando la comodidad y neutralidad. Los árbitros somos un foco de burla, por lo tanto no hay que dejar señales en nuestra apariencia para que las utilicen en nuestra contra.

Nuestra preparación terminará cuando decidamos dejar esta disciplina, cada juego es un papel en blanco y jamás debemos menospreciar un partido porque quizás ahí prendas tu mejor lección.

POC